LAS MUJERES Y EL AGUA
¿Y que es de una ciudad sin el liderazgo de las mujeres?, ¿que sería de nuestros humedales sin las “mujeres del agua”?.La historia reciente de nuestra ciudad nos
lo demuestra, sería muy poco. Nosotros como ciudadanos debemos estar muy
agradecidos con las que son catalogadas como “Las mujeres del agua”, una serie
de líderes ambientales y sociales que han logrado salvar nuestros ecosistemas
de la mano arrasadora de constructores, urbanizadores piratas, las mismas
autoridades y los vecinos inconscientes.
Son muchos los ejemplos y para este
articulo no quiero dar nombres específicos, pues se pueden escapar algunos,
pero cada humedal tiene una legión de mujeres protectoras en su historia.
Gracias a ellas humedales como La Conejera, Córdoba, Santa María del Lago,
Tibabuyes, Jaboque, El Salitre, La Vaca, Techo y Tibanica existen y gracias a
ellas podemos disfrutar de los valiosos servicios que nos prestan. No es para
nada casualidad que de los 14 humedales reconocidos en nuestra ciudad las líderes,
en al menos 9 de ellos, han sido mujeres.
Si vamos a nuestras raíces los humedales o chupkuas,
en el Muyskkubun – lengua Muisca, vemos que la misma palabra encarna la esencia
femenina de la vida. Su significado es el de un pezón femenino, de donde
proviene el primer alimento del bebe y su vinculo más fuerte de vida. En las
chupkuas la mujer muisca iba a dar a luz, aprovechando las gélidas aguas que
facilitaban el proceso del parto, allí nacían los bebes muiscas que eran
entregados a Zie, la diosa del agua dulce.
Luego las chupkuas se convertían en las
proveedoras de la alimentación de los muiscas, a través de la agricultura y la
pesca. Las chupkuas eran y son las proveedoras de la vida y de la
cultura.
El el grupo de humedales Bogotá
hemos podido recopilar muchas experiencias que nos han demostrado que las
mujeres son el pilar fundamental de la protección de nuestros ecosistemas
capitalinos y a ellas estamos muy agradecidos por que han sido la vida y la
protección de estas chupkuas,
Publicado el: 03/08/2013
RESIDUOS TECNOLÓGICOS EN AMÉRICA LATINA: ¿EL LADO OSCURO DE
LAS TIC?
Las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) tienen un rol positivo en la consecución de
los objetivos del desarrollo y en la transformación de las condiciones de vida
de las personas y las comunidades. Mientras que los beneficios de la extensión
del uso y aplicación de las TIC son múltiples, también existen impactos
negativos, como los asociados al crecimiento del volumen de residuos
tecnológicos y su gestión, principalmente para contrarrestar sus efectos en la
contaminación del medioambiente y la salud pública.
Hasta hace poco se trataba
de una área prácticamente desconocida en la región que no contaba con la
atención de los diversos actores. A diferencia de otras áreas relacionadas con
las TIC para el desarrollo, la agenda de trabajo e investigación alrededor de
los residuos tecnológicos en América Latina tiene un inicio marcado. Se remonta
a finales de 2004 cuando el Centro Internacional de Investigaciones para el
Desarrollo (IDRC) apoyó el surgimiento e implementación del Proyecto de investigación aplicada
sobre reciclaje de computadores en América Latina y el Caribe,
liderado por la organización chilena SUR Corporación de Estudios Sociales y Educación. Uca Silva,
investigadora responsable de la Plataforma Regional sobre Residuos Electrónicos
en LAC y experta en temas de TIC, residuos electrónicos y reciclaje de
computadores, señala que cuando arrancó el proyecto, se empezó “un proceso
inédito en términos de que no había información, reflexión, asociatividad,
redes, expertos, investigaciones ni proyectos en la región...Nos encontramos
frente a un escenario bastante limpio, por decirlo así, en el que se podía
intervenir de distintas maneras”.
Esta no ha sido la única
iniciativa pero sí la que sentó un precedente relevante a nivel regional
atendiendo las dimensiones conceptuales, metodológicas, técnicas, económicas y
políticas de la problemática. Era necesario generar conocimientos y realizar
diagnósticos en la materia para, a partir de ello, formular lineamientos para
la gestión práctica de los residuos tecnológicos y desarrollar políticas
públicas. De tal forma, la primera generación de proyectos sobre residuos
tecnológicos se enfocó en la producción de conocimiento sobre el tema, la
sistematización de información, y el análisis sobre el ciclo de vida de los
residuos tecnológicos. Si bien en los inicios el énfasis estaba en las
computadoras, con el paso del tiempo se fueron incorporando otros dispositivos
electrónicos.
Un factor coadyuvante fue
la creación y la promoción de una red de expertos que dio impulso a la
producción de conocimientos y a la capacitación de actores del sector público
con miras a la generación de normativas.
Se comenzó asumiendo a los residuos tecnológicos como
una problemática limitada a los impactos del traslado de equipos de países del
Norte a los países de América Latina y el Caribe. Posteriormente, en un tiempo
relativamente corto, se pasó a trabajar con una agenda temática más abarcativa
que incluía la producción de conocimiento sobre flujos de residuos (cantidad de
residuos producida en niveles nacionales), el análisis y la propuesta de
sistemas de gestión integral de residuos electrónicos (abarcando toda la
cadena, desde la producción hasta el reciclaje), el desarrollo de normatividad,
además del trabajo conceptual y práctico sobre el reciclaje. La producción
sistemática de conocimientos e información fue acompañada de la generación de
alianzas públicas-privadas que, a través de un diálogo político multisectorial
regional, comenzaron a producir orientaciones de política pública en el tema.
El resultado más concreto de ese diálogo fue el desarrollo de Lineamientos para
la gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en Latinoamérica,orientados
a apoyar la construcción de estrategias armonizadas regionales para la gestión
de dichos residuos. Estos lineamientos incluyen, como propuesta política y de
trabajo, la Responsabilidad Extendida al Productor y ofrecen ,también, una serie
de conceptos clave para la comprensión de la temática.
La tendencia en los países de la región como Brasil,
México y Perú ha sido hacia una institucionalización acelerada para dar
respuesta al vertiginoso avance tecnológico que produce obsolescencia en corto
tiempo y un atraso de la región en este tema. Silva hace hincapié en que “en
estos momentos hay cuatro países con normas sobre residuos electrónicos: Costa
Rica que tiene una norma específica para residuos electrónicos dentro de una
ley general; Colombia que hizo un acuerdo para un reglamento para el
tratamiento de residuos electrónicos (computadoras específicamente) y que ahora
está trabajando sobre una ley general; Perú en el que ha sido un motivo de
celebración este año porque han logrado un reglamento para residuos eléctricos
y electrónicos que es muy interesante y amplio, y Brasil que tiene normatividad
en relación a residuos electrónicos”. Sin embargo, persiste la reticencia en
algunos países como Chile y Argentina, en los que no se ha avanzado
significativamente en propuestas de políticas públicas y regulación.
Algunas de las nuevas líneas de trabajo en la región
son: el desarrollo de estándares (de tratamiento, de gestión de residuos,
etc.), certificaciones, movimientos trans-fronterizos, sistemas de gestión
comunicacional y de información, entre otras.
Publicado el: 03/08/2013
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